34 Cuentas


Uno no puede ir y venir por la vida calentándose por todo o con todos. ¿No? Bueno, en realidad eso lo pienso nada más, porque en la práctica creo que no lo cumplo totalmente. Así como tampoco lo hacen la mayoría de los argentinos. Por momentos la ira me llena el vaso y hasta que no le dedique un fondo blanco no me deja vivir en paz. Son destellos nomás, instantes de adrenalina tóxica, pero un gasto de energía innecesaria.

Hace no muchos días llego al trabajo una abogada con muchas hojas. Papel notarial clásico con el color verde característico y números en el margen izquierdo. A simple vista no eran menos de 40 o 50 hojas. Con los formalismos correspondientes al caso le dije buen día, qué necesitaba, bla bla y me puse a hacerle fotocopias de todo. Abrochando y desabrochando cada uno por separado para no perder el orden. Dividiendo copias de originales. Unas acá, las otras allá.

- Querido, perdóname. ¿De los títulos de propiedad ya me hiciste dos juegos, por qué no los veo?-
- Sí señora, están ahí-. Le dije mientras le señalaba con un dedo una pila de papeles que estaban debajo de su brazo.
- Ah! Acá están. Gracias por separarlos nene, porque si pierdo un original la dueña me mata-.
- Tampoco para tanto-. Le retruque haciéndome el gracioso pero sin el menor resultado.
- No, me mata en serio. Son 34 propiedades de una vieja soltera que está por hacer la sucesión a la hermana que también es soltera-. Me recito la mujer con mucha tranquilidad y cara de preocupada.
- ¿Cuántas? ¿34 dijo? ¿Una sola persona con 34 propiedades?-. Luego de esas preguntas que pronuncié casi desde el alma, enmudecí.

No había más nada que decir, ni qué escuchar. Ella seguía hablando, pero nunca se dio cuenta que yo ya no estaba en la conversación. No dejaba de pensar y meditar por dentro. ¿34 propiedades? ¿Cómo puede una persona tener tantas? ¿Las alquilará? ¿Serán todos departamentos o también tendrá casas? ¿Algún campo tal vez? Y si fuesen todos mono ambientes… ¿A cuánto se alquila un ambiente? El chule me contó de uno a $2.000, pero bien ubicado y en Capital Federal… ¿Y si estos cuestan al menos $1.000 por mes, cuanta plata es eso?

Nunca hice las cuentas porque no era eso lo que realmente me importaba. No era la plata, ni la vieja, ni la hermana de la vieja, ni la abogada, ni las fotocopias, ni si eran departamentos o casas, ni donde estaban ubicados, ni nada de todo eso. Lo que me preocupó, lo que me lleno rápidamente la vena de sangre, lo que me dejo ciego y sordo durante un buen rato; era lo subliminal. ¿Cómo mierda una vieja chota de andaasabercuántosañostiene puede llegar a tener 34 propiedades? ¡34 hermano, 34! ¡Y la puta que la pario a la vieja conchuda esa, a la hermana, a sociedad de mierda en la que vivimos y a todos los hijos de re mil puta que viven como la vieja esa!

Y que no me juzguen con el dedito acusador, tratándome de resentido de mierda porque soy pobre. Esto está todo podrido viejo, este mundo es una mierda. ¿Cómo puede ser que esa mina tenga 34 propiedades y en la calle hay un pelotón de indigentes sacrificándose día a día para poder vivir? Quieren respirar nada más la puta que lo pario. ¡Son personas viejo, son personas! Si, tal vez también quieren comer, dormir bajo un techo, bañarse y todo eso que hacen los humanos. ¿Ah! qué pensaban, qué son sucios porque les gusta, no? ¿Qué como viven en la calle no tienen hambre? ¿Qué les encanta dormir en la calle y cagarse de frio en invierno?

¡34 propiedades, 34! Y yo como un gil hace lustros que gasto la mitad de mi sueldo pagando un alquiler. Porque de comprar una ni hablar, si para pedir un préstamo mínimo te piden hasta el árbol genealógico de 20 generaciones para saber quién sos. Y en el que no te piden nada, te garcan con los intereses y te embargan hasta que te jubiles. No puede ser, no puede ser posible. Y por más reiterativo que me ponga, no lo puedo creer. No me importa como hizo la vieja esa para tener todas las propiedades. Si las heredo del padre, la madre, la tía, el vecino, el presidente, de un ministro o de quién sea. Ni siquiera me importa si las consiguió en buena ley o le afanó a medio país. Si se volteó a un papa, sacerdote, cura o si transó con Judas algún chanchullo.

Estoy casi seguro que la vieja no debe saber ni 3 direcciones de esas propiedades. Y mientras la turra esa hace lo que quiere hay gente tirada en la calle. Gente que todos los días se sube al tren o colectivo pero que no viaja a ningún lado. ¿Y saben por qué no viajan? Porque simplemente ese es su ámbito laboral. Lo único que hacen es intentar venderle algo a la manga de hipócritas hijos de mil puta que somos todos nosotros. Preocupados por cada pelotudez y llorando como nenes porque quedamos fuera de un mundial o vaya a saber que otra idiotez. Nosotros, sí, nosotros. Los que ni los miramos a la cara, por si nos contagian alguna porquería o por vergüenza ajena.

Esto me da asco. Es una porquería y no lo tolero. No lo puedo dejar pasar así nomas. Aunque intente y haga el esfuerzo porque todo me chupe un huevo, no puedo dejar de pensar que es una injusticia. Justicia universal me atrevería a decir. Todas esas personas desparramadas por las veredas y sin la mínima posibilidad de cambiar el rumbo de sus propias vidas. Y claro, después están esos forros nariz parada diciendo que no quieren laburar, que son unos vagos y unos faloperos. Y mientras esos chetos inmundos tienen la posibilidad de mandar al perrito a la veterinaria para que lo bañen, le laven los dientes y hasta para que lo peinen; hay millones de nenes descalzos pidiendo una limosna en cada esquina.

El sistema entero es una mierda y nosotros lo alimentamos todos los días. A cada momento lo hacemos funcionar mejor y mejor, pero obvio, para un 5% de la población. A los otros que los parta un rayo y que se las arreglen entre las bolsas de basura. Porque nunca falta el que dice: -¡Mira!, esto es un desastre. Mira como dejan la vereda que no se puede ni caminar. ¿No pueden dejar todo tal cual?-. Y yo les diría: -Che, y ustedes porque no se van bien a la concha de su madre. ¿O no se dan cuenta que están comiendo de su basura? Que no tienen ni cubiertos, ni platos ni una mierda de mesa para apoyar la porquería que después van a repartir entre diez-. Que mierda es todo esto. La gente, la sociedad entera, todo. Así no se puede. Me dan ganas de llorar.

FM

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